Barichara, Colombia. A Barichara voy con frecuencia porque me muero por el restaurante Elvia Cocina que queda en esta población en el departamento de Santander y, por un espectacular hotel en el que me suelo hospedar en todas mis visitas. Se trata de Alto del Viento, propiedad de la arquitecta Ángela Jiménez, quien lleva alrededor de treinta años viviendo en Barichara y que, a fuerza de amar y cuidar el lugar como nadie, se ha convertido en la “madrina” de todos los que caen enamorados y con ganas de radicarse allá o al menos de tener un lugar para alternar con la agita vida de la ciudad.
El hotel, que me cuentan lo construyo su papá, tiene el ambiente de una casa privada, con sala de lectura, piscina y una terraza hermosa que mira hacia la majestuosa cordillera y en la que sirven un desayuno delicioso con café y arepas de la región. Es un lugar tranquilo y de buen gusto, con camas y linos de calidad, por lo que se duerme delicioso. Los baños son casi todos a cielo abierto y lo mejor, está ubicado a las afueras del pueblo lo que le da un cierto aire campestre y de privacidad. Muy recomendado; yo le doy siempre mi mejor calificación.
Para mayor información y reservas, visite en Instagram: @alto_altodelviento.
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