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Four Seasons Cabo del Sol

Actualizado: hace 8 horas


Cabo San Lucas, México. Después de haberme hospedado por una semana en el George V, hotel operado por la cadena Four Seasons en París, había quedado convencida de que ningún otro hotel en el mundo iba a poder superar, o al menos igualar, la experiencia que viví esos días en la ciudad luz (lea acá mi reseña del George V). Pasaron dos años completos desde esa mágica visita y aunque viajé en promedio una vez cada treinta días durante esos veinticuatro meses, había creído comprobar mi corazonada: nada se comparaba con el George V. 


La llegada. Foto: Four Seasons Cabo del Sol.
La llegada. Foto: Four Seasons Cabo del Sol.

Sin embargo, el mes pasado tuve que tragarme mis palabras y reconocer que había encontrado un lugar que ponía a tambalear al George V en el lugar privilegiado que ocupaba en mi corazón. Se trata de Cabo del Sol en Cabo San Lucas, una propiedad que disfruté milímetro a milímetro y que me dejó convencida de que Four Seasons, con una triste excepción de la cual no voy a hablar aquí, es una garantía de excelente hospitalidad y verdadero lujo.

 

Arquitectura "hacienda mexicana"
Arquitectura "hacienda mexicana"

Comencemos por la llegada. Desde el momento en que se cruza el umbral desde la autopista hacia la propiedad, todo el lenguaje se transforma para que uno se transporte a lo que podría ser una tradicional hacienda mexicana.


Imagínese muchos arcos y balcones, muros en pañete pintados en color hueso, caminos de piedra, zócalos enchapados de azulejos y una imponente vista sobre el mar pacífico.

El efecto “wow” comienza desde antes de bajarse de la enorme camioneta Cadillac en la que recogen a sus huéspedes en el aeropuerto.


Luego de aproximarnos a la entrada y de que los botones nos ayudaran con el equipaje, el primer contacto visual que hicimos fue con un esplendoroso bar en medio de una gran sala -la sala de la hacienda- en la que nos brindaron un refrescante coctelito a base de mezcal y un mensaje que, según dice la tradición local, es enviado por un pájaro. El mío decía que después de la tempestad, viene la calma. Y sí, yo venía al Four Season a descansar después de un fin de semana de fiesta en Todos Santos.

 

La vista desde la habitación. Foto: Four Seasons Cabo del Sol.
La vista desde la habitación. Foto: Four Seasons Cabo del Sol.
Una sección del closet
Una de las secciones de closet

Acto seguido nos dejaron en manos de nuestra “concierge” personal, quien nos llevó a la habitación y nos dio toda la información que necesitábamos para disfrutar la estadía. En esa pequeña mansión con balcón, además de sofás abullonados y vista al mar, había un baño tan grande como un apartamento, con tocador, una enorme tina y closets sufcientes para mudarse ahí definitivamente.


En cuanto a los gadgets, todo se maneja desde una tablet -el aire acondicionado, las persianas, la televisión, etc.-, la cual además usan ellos para comunicar toda su agenda de eventos y demás información relevante para una divertida y variada estadía. No solo las reservas en el spa si no también los pedidos de room service se hacen por ahí. La verdad es que la habitación es tan especial que bien podría uno quedarse ahí todo el día y ser extremadamente feliz.




En cuanto a las amenidades, quedan faltando días para poder aprovechar todo lo que el resort ofrece: club de playa, deportes acuáticos, dos piscinas divinas, golf, excursiones a la reserva ecológica Sierra La Laguna, spa, gimnasio, tres restaurantes, tres bares, un café con tienda gourmet, un taller de arte y dos boutiques, todos espectaculares en cuanto a calidad, estética y servicio. Yo me incliné por lo que más me gusta: los restaurantes, el gimnasio y el spa… Que no se note que soy tauro.




El minibar
El minibar

Y aunque bien podría decirse que spa, gimanasio y buenos restaurantes hay en muchos otros hoteles, lo que hace del Four Seasons una experiencia inigualable es que no escatiman en nada. Las máquinas del gimnasio son tope de gama, el spa tiene más de 10 cabinas de tratamiento privadas y todos los servicios que uno se pueda imaginar; la piscina de natación es de tres carriles, el minibar es generoso en tragos y vinos de gran calidad, además de suficientes cápsulas de Nespresso, sachets de té inglés y una buena y saludable variedad de snacks. Los colchones son del más elevado estándar y los productos del baño son Diptyque, una de las marcas de perfumería más deseadas hoy en día.


Four Seasons no solo se esmera por hacer sentir a sus huéspedes como en su casa; ellos quieren ofrecer una experiencia que la supere.



Por último, y no porque sea menos relevante que todo lo que ya mencioné, Four Season se da el gusto de aceptar si opera o no, una propiedad. Esto quiere decir que si no está localizada en un sitio único y especial o si el desarrollador o el propietario no acceden a construir o adaptar detalles que para la marca son claves para la experiencia, prefieren no encargarse y esto para mi es el verdadero lujo. Volveré a Cabo del Sol mil veces, así sea solo en mi imaginación.   

 

Para más información y reservas visite https://https://www.fourseasons.com/cabosanlucas/.



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