
Edwards, Colorado. Mucho más famoso por ser un destino de invierno, el verano en Colorado, más precisamente en el Valle de Vail, ha sido injustamente ignorado por viajeros no tan conocedores del oeste norteamericano. Al menos eso fue lo que me pasó a mí. Yo jamás hubiera pensado en ir en verano a un lugar que es famoso por el esquí, la nieve, las chimeneas y el chocolate caliente. Por fortuna mía y para no irme de este mundo sin haber conocido semejante paraíso, un amigo que vive allá -parcialmente- desde hace varios años, nos habló de este lugar y nos invitó a pasar una semana con él en su casa. Acá les cuento cómo fue esa maravilla de paseo para que se antojen y hagan planes.
Cómo llegar
Desde cualquier lugar del mundo buscar vuelos a Denver o a Eagle, en Colorado. El primero está a dos horas en carro a Vail, la población más grande de la zona y donde están la mayoría de hoteles y planes turísticos. El segundo, está a menos de una hora.

Dónde hospedarse
A lo largo del Valle sobre la vía I-70 (autopista interestatal), entre las poblaciones de Eagle y Vail, están todas las cadenas de hoteles que se pueda imaginar: Ritz Carlton, Four Seasons, Sheraton o Marriot, todas en sus versiones “StreamSide” es decir mirando hacia el rio Eagle. La arquitectura es la típica de alta montaña con edificaciones sobre cuyas fachadas sobresalen vigas de madera en forma de equis y techos en forma triangular. Inevitable transportarse a los Alpes suizos. Nosotros fuimos a cenar una noche a The Westin que queda en Avon, el siguiente pueblito después de Vail, y la verdad, creo que es una de las mejores opciones para hospedarse. The Westin es una cadena que sin ser de lujo ofrece un servicio de alto nivel, a tarifas pagables por los que ganamos en pesos. El restaurante es delicioso y tiene una terraza que mira al rio y a la montaña del frente, la cual me pareció de morir. Ahora, si lo suyo no son los hoteles, hay también una vasta oferta de apartamentos y casas para alquilar por días o temporadas. Están todos en Expedia, Booking y RBNB (busque “casas en Vail, Colorado”).

Planes para hacer

Vail Pass: se trata de una ruta de 16 kilómetros de larga, exclusiva para bicicletas -y atletas- las cuales se pueden alquilar en Lionshead Village, un pueblito con centro comercial, el cual es si un plan, ya que está lleno de tienditas maravillosas y deliciosos restaurantes.
Caminatas: en verano, casi todas las pistas de esquí están abiertas para hacerlas caminando, solo basta con ponerse las botas y escoger por cuál quiere subir. Es posible conseguir guías para hacer las diferentes rutas y de lo que pude ver, los más famosos son Colorado Adventure Guides. Con ellos, aparte de caminatas se pueden contratar paseos para escalar o hacer kayak, rafting y paddle board.
Dillon Reservoir: un embalse con una superficie de 13,8 kilómetros cuadrados al que se puede ir a acampar, pescar, navegar, recorrer en bici o simplemente contemplar. Queda en Frisco, entre Denver y Vail. Puro plan de camping al lado del agua. ¡Mágico!
Shopping: en Silverthorne, población cerca de Frisco, hay un centro comercial al aire libre, en el que hay “outlets” de Columbia, William Sonoma, Banana Republic, Calvin Klein y Polo Ralph Lauren, entre otra cantidad de marcas muy reconocidas y comerciales. Adicionalmente, en Frisco, hay unas tiendas de muebles y decoración increíbles que surten a los felices propietarios de casas de recreo a lo largo de todo el valle. Si vive en EEUU, ellos le manden las compras a su casa.

Paseo de río en neumático o “river tubing” como lo llaman allá: el mejor está sin duda en Steamboat Springs una población un poco retirada el Vail Valley pero que vale toda la pena del mundo visitar -dos horas en carro por una carretera alucinante. Queda en el valle del rio Yampa que es justo por el que se navega en neumáticos. Un paseo hermoso, relajante, rico en fauna y flora y maravillosa vista. Después del paseo el premio es ir a almorzar y tomar cerveza en Ice House, un sitio de BBQ sureño que está fenomenal.
Visitar un dispensario: el consumo de marijuana recreacional es permitido en el estado de Colorado desde el 2012 por lo que el tema está muy bien organizado con dispensarios legales ubicados en cada eje comercial de la zona. En estos lugares se pueden comprar productos a base de THC y CBD que van desde vapeadores y cigarrillos armados, hasta cremas para la cara y jabones para el cuerpo. Tenga en cuenta que está solo permitido el ingreso a ciudadanos norteamericanos que puedan presentar una identificación válida para este país.
Dónde comer

Aunque cocinamos bastante en la casa, tuvimos oportunidad de visitar unos cuantos restaurantes que me parecieron muy auténticos y que ayudan a conectar con la experiencia de la cultura local, la cual gira en torno al estilo de vida saludable y la buena alimentación. Acá les menciono algunos:
Craftsman Brew Co., en Edwards. El mejor servicio y el diseño interior es moderno y de muy buen gusto.
Pure Kitchen – en Frisco. Comida mega saludable, excelente servicio y ambiente relajado. Se pueden llevar mascotas.
Barrio Social – en el Village de Lionshead en Vail. Un poco más gourmet, cocina española con un toque contemporáneo y una carta de vinos que me sorprendió.
Drunken Goat – en Edwards. Una tienda de vinos con comida ligera y deliciosa a base de quesos de cabra que ellos hacen. A mis amigos les parecieron muy lindas las meseras.

Por lo demás, el valle de Vail es un lugar tan especial que así uno decidiera no hacer nada más que quedarse en un balcón contemplando las montañas rocallosas, eso bastaría para sentir la enorme dicha de estar vivo.
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