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Chateau Capitoul y sus villas de lujo en el Mediterráneo francés


Foto: El Chateau Capitoul
Fotos: Fachada de las villas del resort.

Narbona, Francia. El mediterráneo francés pude ser uno de los lugares más mágicos del planeta. El clima, la manera como pega el sol, la luminosidad y los colores son algunos de los factores que hacen que los sentidos estén un poco más exaltados en este punto del planeta. El cielo, de un azul intenso gracias a los vientos tramontanos que alejan las nubes, combina perfectamente con los tonos de su arquitectura: grises, hueso, arenas; y de su vegetación: viñas de hojas verde encendido. Cuando se deja ir lejos la mirada, toda la armonía de su puesta en escena, remata contra la gran laguna mediterránea que kilómetros más adentro, se funde con el mar.


Foto: Restaurante, sede y spa.
 

Así es el interior de las villas


Estuve allá a comienzos de mes, con la gran fortuna de hospedarme en uno de los lugares más exclusivos de la zona, el hotel-castillo con spa, restaurante y viñedos, Chateau Capitoul, como ellos mismos lo definen. Queda a unos pocos minutos en carro desde Narbona, una de las principales de ciudades de la región del Languedoc-Rousillon y a cinco kilómetros de la costa; de hecho, se puede ir desde el hotel hasta el borde del agua, trotando o en bicicleta. Para quedarse está la posibilidad de reservar una habitación dentro del castillo con servicio completo de hotel o, si el grupo es más numeroso, de rentar una villa de dos o tres habitaciones según la necesidad. Estás pequeñas casas están dotadas en su totalidad con lencería, cocina, vajilla, electrodomésticos, asador y una espectacular piscina y todo el mobiliario es de la más fina factura y exquisito gusto.

 

Una piscina privada en cada villa


Foto: El salar de Gruissan

En cuanto a gastronomía, hay dentro del hotel un restaurante muy bueno, Asador, en el que atienden para los tres servicios. El buffet de desayuno es increíblemente generoso con toda suerte de panes, charcutería, lácteos y frutas frescas y en conserva, todo en un estilo muy artesano y de la campiña. Se come delicioso ahí. Ahora, si la idea es salir, a pocos kilómetros queda la localidad de Gruissan, en la que hay una gran variedad de muy buenos restaurantes de comida de mar como Mamaouchi al borde del agua y, La Cambuse du Saunie, justo en frente al bellísimo Salar de Gruissan. Por lo demás, en el Chateau alquilan bicicletas de montaña para pasear por la zona y, aparte de los servicios del Spa, hay diariamente la posibilidad de reservar catas de vinos y visitas guiadas a los viñedos y la bodega del Chateau. Imposible aburrirse.

 

La vista desde el restaurante Mamaouchi



Para más información acerca de Chateau Capitoul, visite en Instagram: @chateaucapitoul. Para los restaurantes visite: @mamamouchigruissan y @lesalindegruissan.






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