Santo Domingo, República Dominicana. La calle Embajador en Santo Domingo es muy frecuentada los fines de semana. Está ubicada al extremo oriental del Mirador del Sur, y en ella hay varios restaurantes a los que hay que hacerles fila para conseguir una mesa: Casa Mencía es uno de ellos.
Propiedad de Javier Clavijo, chef español que llegó a República Dominicana en 1986 y de sus dos hijas: Patricia, que está a cargo de los fuegos y Beatriz, de supervisar los números, es un lugar en el que tanto la comida como el ambiente te transportan a un restaurante familiar en el corazón de Segovia. Es un sitio relajado pero muy profesional en el que toda la atención está puesta de manera muy evidente en el producto y el servicio.
La gastronomía me pareció excepcional. Probamos una ración de croquetas para empezar, las cuales como ya dije, transportan a la península ibérica. Luego, continuamos con una fideuá de mariscos suculenta, para terminar con el plato estrella de la casa, el lomo de bacalao sobre arroz negro. No comimos postre porque sinceramente no nos cupo, pero a la salida reparamos en la nevera donde los tenían exhibidos y juramos volver por la crema catalana y las torrijas.
En cuanto a los vinos, la lista es corta pero contundente -como a mí me gusta-, y gracias a ella descubrí un godello de la denominación de origen Ribeiro (Máis de Cunqueiro), que me encantó y que hizo aún más agradable nuestro almuerzo. Y aunque no nos conocía, ni tampoco nosotros a él, Javier Clavijo en persona se acercó varias veces a nuestra mesa, no solo a recomendarnos qué comer y qué beber sino también a preguntarnos cómo iba todo y de paso hacernos sentir como si estuviéramos en casa.
Casa Mencía es un lugar al que siempre voy a volver en mis visitas a Santo Domingo y al que sin duda voy a recurrir en mi próximo antojo de buena y auténtica cocina española.
Para más información y reservas visite en Instagram @casamencia.
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